“Impulsando la Gestión Curricular y el Desarrollo de la Evaluación de
Competencias” fue el lema de la jornada realizada en el Instituto Tecnológico
Salesiano (ITESA), la cual se realizó con el objetivo de ejecutar un proceso de
análisis y reflexión en clave de las temáticas de Gestión Institucional, en el
marco del proceso de implementación del currículo por competencia, para generar
prácticas pedagógicas e institucionales, que sean innovadoras y de calidad.
También busca propiciar el desarrollo de nuevas prácticas pedagógicas, a
través de un proceso de análisis, reflexión y sistematización en clave de la
evaluación, dentro del proceso de validación e implementación curricular.
Los propósitos específicos se
fundamentaron en identificar las evidencias de desempeño, a partir de las
competencias específicas y los indicadores de logro, para la implementación de
la evaluación planteada en el Diseño Curricular.
Asimismo, busca diseñar diferentes instrumentos de evaluación en clave, sobre
el enfoque de competencias, para su efectiva aplicación en las aulas,
analizando las normativas vigentes.
Otra meta específica consiste en reflexionar sobre los procesos de gestión
administrativos y pedagógicos en los centros educativos, que implementa un
currículo de competencias, a través de la estrategia de análisis de casos.
Además, pretende el análisis del contexto interno del centro desde una
mirada a su realidad, para la implementación de las Salidas Optativas en clave,
de la organización del personal y de los espacios áulicos y comunes.
Los/as
técnicos distritales profundizaron las temáticas sobre la evaluación en el
enfoque de competencia (evidencias de evaluación, instrumentos, sistema de
evaluación establecido en la Ordenanza 22-2017 y registro de grado), así como
la gestión institucional en el enfoque de competencias (gestión escolar
efectiva, mirada a los 360º de la escuela, análisis de casos, estudio de las
Salidas Optativas y proyección en su implementación).
La
metodología implementada por los/as facilitadores/as consistió en orientar a
los/as participantes acerca de los aspectos abordar, por qué tratarlos, y cómo
serán evaluados, mediante la aplicación de los criterios basados en la
socialización de la situación de aprendizaje, comunicación de las competencias fundamentales, específicas y
laborales que se deben desarrollar en los espacios de formación, socialización
de las evidencias y productos a elaborar, orientación de los ciclos de
evaluación, fechas y plazos de entrega para los trabajos; conocimiento del
instrumento y los criterios de evaluación, establecimiento de los acuerdos de
convivencia y organización del trabajo colaborativo.
Los/as
facilitadores/as también desarrollaron las actividades de recuperación
metodológica (recreación de los aprendizajes relevantes), recuperación de
conocimientos previos y experiencias significativas; lectura, análisis y
profundización de los documentos de estudios, construcción de nuevos
conocimientos (desaprender, reaprender y aprender), aplicación de lo aprendido
(movilidad de conocimientos y habilidades a nuevos escenarios), así como la evaluación
(recogida de evidencias y aplicación de instrumentos de evaluación).
Para
efectuarlas, los técnicos formaron equipos de trabajo; en cada uno asignaron coordinador,
sistematizador, gestor de calidad, dinamizador y participantes en general.
El
sistematizador fue el responsable de redactar con detalles las contribuciones
de los/as participantes, realizar mapas, gráficos y otras herramientas con los
acuerdos, indicar dónde no hay convenios, sistematizar los productos con
mediación del/la coordinador/a y presentar los informes de los logros
alcanzados.
El
gestor de la calidad fue el responsable de evaluar la dinámica y verificar la
calidad de los trabajos realizados, ofrecer sugerencias para mejorar las
actividades y presentar informes periódicos del cumplimiento del Plan de
Acción.
El
dinamizador fue quien implementó las acciones para lograr el trabajo en equipo
y propiciar un ambiente favorable.
Los/as
demás participantes realizaron las actividades acordadas, establecieron
reflexiones en torno a las competencias a formar, revisaron los avances en los
procesos de gestión del conocimiento y ofrecieron sugerencias para la mejora de
otros equipos pedagógicos.
La
evaluación de la jornada se orientó desde el enfoque por competencias con una
visión compartida, de manera procesual y sistemática, durante el desarrollo de
los momentos.
Para
evaluar la temática general de gestión institucional, los integrantes de los equipos
presentaron un organizador gráfico, donde reflejaron los aprendizajes
integrados o modificados, los aspectos a profundizar y la forma de fortalecer
los aspectos a mejorar.
El
director de la Regional de Educación 15, Francisco de la Cruz Disla, M.A. visitó
a los/as participantes en la clausura de la jornada, en la cual expresó que de
los resultados de esta reunión depende el éxito del próximo año escolar,
exhortándoles a continuar su preparación pedagógica porque “para lograr una
educación de calidad se necesitan actores de calidad”.
También
les aconsejó realizar anotaciones y sistematizar el desarrollo adecuado de los
procesos educativos, para fines de consulta en sus prácticas pedagógicas.
El
director regional estuvo acompañado de la directora distrital, Graciela
Hernández Rudecindo, M.A., quien solicitó a los integrantes de los equipos de
gestión a motivar al personal docente y administrativo de los centros, para que
cada quien, desde su espacio, se esfuerce en aumentar la calidad pedagógica y
un ambiente armónico, mediante la dedicación y el buen trato hacia los/as
estudiantes.
En
la apertura de la jornada, Graciela Hernández indicó que el cambio relevante de
la renovación curricular del 1992, es que el/la estudiante pasó a ser el centro
del aprendizaje y que se desarrolla en un contexto.
La
directora distrital puntualizó que entre los acuerdos de la revolución
educativa del Ministerio de Educación están la transformación curricular,
formación y desarrollo profesional, evaluación de los procesos y calidad
educativa. “Esto implica la participación de toda la sociedad, aportando desde
su espacio, así como la capacitación y el diálogo reflexivo de los/as
técnicos, directivos, docentes y administrativos. Aquí radica el valor e
importancia de estas jornadas de formación”, enfatizó.
Indicó que los docentes poseen una base curricular que sustenta un modelo pedagógico y currículos de los niveles Inicial, Primaria y Secundaria, en sus dos ciclos, respectivamente.
Indicó que los docentes poseen una base curricular que sustenta un modelo pedagógico y currículos de los niveles Inicial, Primaria y Secundaria, en sus dos ciclos, respectivamente.
Del
mismo modo, señaló la oportunidad que tienen los/as maestros/as de encontrar competencias
comunes para los currículos en implementación, contenidos ascendentes en
complejidad y estrategias “que pernean todo el hacer pedagógico y se adaptan a
cualquier escenario del aprendiz”, incluidas las de evaluación acorde a la
planeación, resaltó.
También
enfatizó en la necesidad de que los docentes desarrollen actividades lúdicas e
innovadoras, acorde al contexto y al perfil del/la estudiante, así como la actitud,
voluntad y seguimiento permanente a las acciones realizadas. Asimismo,
importantizó la integración familiar y encaminar a los/as jóvenes hacia la
autogestión de su propio destino.
Por: Rosi Ileana Mejía.
Periodista encargada del Departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Distrito Educativo 15-02.
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Por: Rosi Ileana Mejía.
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